Día 5

Día 5, Jueves 21 de marzo 2013.

Hoy nos levantamos muy temprano para estar a las 08.00 en la playa y ganar un lugar bueno con reposeras.  Nos coordinamos con Julita y partimos con la odisea de encontrar un lugar que sea grato para todos.  Dejamos todo listo y partimos a tomar desayuno solos por mientras los chiquillos llegaban.  Un buen desayuno reponedor y después a seguir descansando.  Su buena siesta de 10:00  a 11:00, luego su buen baño en la playita con agua tibiecita.  ¡Qué ricooooo!

A las 14.00 nos fuimos a comer con Oscar y su mujer, un par de fotos con ellos y luego a los invitamos a caminar por toda la orilla del mar. Caminamos y caminamos por 2 horas aproximadamente.  Durante el trayecto se ve de todo ya que fueron como 4 kilómetros recorridos.  Caminar con ese paisaje es grato para cualquier mortal estresado.  Te recuperas de todo y no sientes ningún dolor de huesos, no te duele la cabeza ni el estomago.

Al llegar fuimos a recuperar energía y nos comimos unos pastelitos y tortas que habían en el bufet y vimos un concurso de limbo que estaban haciendo a orilla de playa animado por ALEJANDRO.  Unas fotos con Fernando y Evelyn…  Y a descanzar si alla es pasarlo bien, tomar y descanzar. 

En la tarde cambio un poco el clima y se nublo en gran parte de la playa incluso apareció un arco iris que hermoseo mas el lugar.
A las 18.30 horas nos fuimos a bañar y a prepararnos para la cena romántica en el restaurant francés.  (Ya tú sabes mi helmano)

A las 21.00 llegamos al restaurant francés llamado “SIBILLA” para celebrar nuestro aniversario de matrimonio y todo comenzó genial ya que cada pareja estaba sentada en una mesa especialmente para ellos. La música, la mesa bien adornada y la luz tenue indicaban que sería una noche especial.  La entrada, plato de fondo y postre tenían un sabor y aroma muy especial que nos hizo sentir muy gratos y bien atendidos por todo el personal.  La dedicación que tenia cada plato era de maravilla.   En otra mesa estaba sentada Mircy y Javier, y muy cerca de ellos Oscar y Bernardita.  Las bromas se hacían sentir a pesar que estábamos separados. Muy agradecidos del personal que nos atendió salimos del restaurant a buscar un bar para seguir la fiesta.

A mi Julita se le ocurrió la idea de ir a buscar una botella de champagne (regalo del hotel por aniversario) y fuimos a celebrar a la playa.  La abrimos, celebramos y luego nos bañamos en el mar como Dios nos mando al mundo.  Siiii  es cierto, a las 03.00 AM bañándonos en el mar, los 6 que andábamos partimos en pelotita al agua.  Después de eso vimos cosas sorprendente por parte de una pareja de gringos que estaban más felices que nosotros.  (oh my god)   Nos reímos muchísimo y fue una inolvidable velada. Rica cena, ricos postres, champagne y luego mucho amor.  Finalmente nos acostamos a las 04.00 AM.

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